En otros ciclos electorales, el presidente recorre el país de punta a punta para movilizar a los votantes, pero Biden ha optado por un perfil bajo
EFE
Washington DC
El presidente de EE.UU., Joe Biden, no ha dado un mitin de campaña propiamente dicho desde septiembre. Su figura se ha convertido en un lastre para muchos de los candidatos demócratas a las elecciones legislativas, aunque algunos todavía encuentran en el mandatario un activo para sus intereses.
Biden, que llegó a la Casa Blanca en enero de 2021 con un 53% de popularidad, tiene a dos semanas de los comicios de medio mandato una aprobación de solo el 41,7%, según la media de encuestas de la web Five Thirty Eight.
En otros ciclos electorales, el presidente recorre el país de punta a punta para movilizar a los votantes, pero Biden ha optado por un perfil bajo y, en vez de ser la estrella en los mítines que organizan los candidatos de su partido, ha decidido organizar sus propios eventos para promocionar los logros de su mandato.
Esos actos son parte de la agenda oficial de Biden. Los anuncia la Casa Blanca y eso permite a los aspirantes demócratas elegir si se suben o no al escenario con el presidente.
NO A BIDEN, SÍ A SUS POLÍTICAS
Muchas de las iniciativas que ha aprobado Biden desde que llegó a la Casa Blanca han sido bien recibidas por los votantes -incluidos algunos republicanos- y, por eso, muchos candidatos demócratas están usando esos logros para hacer campaña, pese a mantener a raya al presidente.
Un ejemplo es el progresista Tim Ryan, quien compite contra el republicano J.D. Vance por un escaño clave del Senado de EE.UU. y que se encuentra en una posición especialmente difícil por competir en Ohio, un estado tradicionalmente bisagra que Trump ganó en las elecciones de 2020 con el 53% del voto.
Como otros demócratas en estados donde Trump ganó en 2020, Ryan tiene que marcar distancias con Biden para captar la atención de los votantes independientes.
Por eso, Ryan se ausentó de un evento que Biden tenía en Ohio en septiembre y ha llegado a poner en duda que el mandatario deba presentarse a la reelección en 2024 al decir que EE.UU. necesita un “nuevo liderazgo”.
No obstante, Ryan sí ha usado para hacer campaña varias leyes impulsadas por Biden, como un proyecto que promueve la producción nacional de microchips y reduce la dependencia de China, algo que beneficiará especialmente a las zonas industriales de Ohio.
La situación, sin embargo, es la inversa en aquellos estados donde los demócratas parecen tener ventaja sobre los republicanos, pero necesitan movilizar a su base.
LAS CONSECUENCIAS PARA BIDEN |
Más allá del amor que le tienen unos y otros candidatos, Biden se juega mucho en estas elecciones: si los demócratas pierden una o las dos cámaras del Congreso tendrá muchas dificultades para aprobar cualquier ley y, además, podría afrontar resistencia dentro de su partido para optar a las elecciones presidenciales de 2024. Asimismo, el analista republicano Alfonso Aguilar apunta a EFE que, si los republicanos ganan poder en el Congreso, podrían investigar a Biden y a su hijo Hunter, al que la polémica ha perseguido durante años con problemas de alcohol, consumo de drogas y controvertidos negocios, como su trabajo para una empresa energética ucraniana. Incluso podrían abrir un juicio político a Biden por una variedad de motivos, desde la retira de Afganistán hasta los negocios de Hunter, lo que podría lastrar el resto de su Presidencia. |