Casi todo el mundo debe lidiar con el estreñimiento en un momento u otro. Aproximadamente 16 de cada 100 adultos y 33 de cada 100 adultos mayores de 60 años tienen síntomas de estreñimiento, según el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales.
El estreñimiento es tener menos de tres deposiciones por semana. El estreñimiento crónico consiste en movimientos intestinales poco frecuentes o dificultad para defecar que persiste durante varias semanas o más.
Si bien el estreñimiento ocasional es común, algunas personas experimentan estreñimiento crónico que puede interferir con su capacidad para realizar sus tareas diarias. El estreñimiento crónico también puede hacer que las personas se esfuercen demasiado para defecar.
El tratamiento para el estreñimiento crónico generalmente comienza con cambios en la dieta y el estilo de vida destinados a aumentar la velocidad con la que las heces se mueven a través de los intestinos. Estas recomendaciones pueden incluir aumentar la ingesta de fibra, hacer ejercicio la mayoría de los días de la semana, prestar atención a la urgencia de defecar y permitirse el tiempo suficiente para defecar sin distracciones y sin sentirse apurado.
Si esos cambios no ayudan, su profesional de la salud puede recomendarle laxantes u otros medicamentos; entrenamiento de biorretroalimentación para ayudarlo a aprender a relajarse y tensar los músculos de la pelvis, lo que puede ayudarlo a evacuar las heces con mayor facilidad; o cirugía, según informa el grupo de apoyo de Salud Digestiva en Mayo Clinic Connect, una comunidad de pacientes en línea moderada por Mayo Clinic.