Los probióticos son microorganismos vivos que si se ingieren en las cantidades adecuadas llegan hasta el intestino y mejoran el microbiota intestinal
Una dieta saludable, descansar bien, hacer ejercicio de forma regular… Esos son los tres pilares que hacen que una persona sana tenga un sistema inmunológico en plena forma. Pero si quieres añadir un plus a la receta capaz de reforzar las defensas, no está de más incluir en esa lista otro ingrediente: consumir alimentos probióticos más a menudo.
Hemos hablado de la importancia de la vitamina D en las defensas, de la necesidad de no introducir en el organismo tóxicos como el tabaco y el alcohol, de lo sano que es para nuestro sistema inmune el tener una buena higiene de sueño y ser constante en la práctica de ejercicio físico, y ahora le toca el turno a los probióticos: los alimentos que ponen la guinda para mejorar tus defensas.
Los probióticos son una serie de microorganismos vivos (la mayoría de ellos de la familia de las bacterias y levaduras) que si se ingieren en las cantidades adecuadas llegan hasta el intestino y mejoran el equilibrio de nuestro microbiota intestinal.
Consumir ciertos probióticos ha demostrado en diversos estudios clínicos que puede mejorar la respuesta inmune del organismo, además de favorecer el equilibrio de la microflora intestinal y de los procesos digestivos.
La forma más tradicional de consumir probióticos es incluyendo en la dieta alimentos muy comunes como el yogur, u otros mucho más exóticos como el chucrut o el kimchi. Lo que une a ambos tipos de alimentos es que están fermentados por bacterias: en el caso de los fermentados lácteos como el yogur o el kéfir, por ejemplo, contienen Lactobacillus y bifidobacterias.
Una nueva manera de consumir probióticos
Pero esta no es la única forma que existe actualmente de conseguir incluir probióticos en tu dieta. Gracias a los alimentos funcionales la gama de productos que incluyen probióticos ha ido aumentando en los lineales del supermercado. Resulta llamativa la idea de incluirlos dentro de alimentos tan apetecibles como puede ser el salchichón, el chorizo o el salami.
Los productos cárnicos fermentados tienen un perfil nutricional muy rico, haciendo muy interesante su consumo moderado dentro de una dieta variada y equilibrada: son una fuente de proteína y aminoácidos esenciales, nucleótidos, selenio, cinc, hierro y vitaminas B12 y B6.
17 de Marzo 2021