La escritora chilena, artista y catedrática universitaria estuvo en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aries para presentar su nueva obra
Nicolás Meyer | Westchester Hispano | Colaborador
Buenos Aires
El rostro de Diamela Eltit se presta fácilmente a la sonrisa. Tiene las mejillas redondas que, en las ilustraciones de cuentos infantiles, tipifican a las mujeres mayores, tales como abuelas o hadas madrinas, bondadosas y de hablar dulce. Adentro, hay un carácter fuerte, incluso combativo. Las opiniones de esta escritora chilena son a menudo filosas o contundentes.
Antes que nada, se puede aclarar el misterio de ese nombre original que porta. “Me lo puso mi madre, para mi desgracia”, dice al entrevistador, en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, edición 2024, “porque me cuesta entender (que me están hablando a mí) otras personas que me dicen Daniela o…”(Deja sobreentender las otras variantes del nombre que ha escuchado). El origen “es por una flor llamada diamelo, que le gustaba a ella”.
Las flores del diamelo, también denominado jazmín paraguayo (Brunfelsia australis), son de color violeta, y fragantes.
Eltit, nacida en Santiago de Chile en 1947, concurrió este año a la Feria (que ya había visitado en ocasiones anteriores) para presentar su última novela, ‘Falla humana’. Trata sobre una cuadra de ciudad que va a ser demolida, y sobre las personas que se ven desalojadas. “No hay más Tierra que la que hay” –es decir, el planeta es limitado–, señaló la autora en una charla ante el público. Algunas porciones de tierra “están completamente devaluadas en nuestras ciudades, mientras que otras están sobrevaluadas”. Y cuando están devaluadas, “están devaluados los cuerpos que viven ahí”. Las injusticias que esto engendra se revelan en el libro: como definió su interlocutora en la charla, Belén Marinone, “son veinte casas, hay veinte historias”.
El año pasado se cumplieron 40 años de la primera novela de Eltit, ‘Lumpérica’. Remontándose a ella, dice que “el verdadero mérito fue terminarla, tras siete años (de trabajo)”. En esos años de comienzos de la década de 1980, muchos escritores estaban en el exilio… y según ella, fue la consiguiente falta de material la razón por la cual “el editor la aceptó de inmediato”.
“Hay tres temas que me interesan” en todas las obra que encara, dijo. La tarea, indicó, es decidir cómo enfocarlos en cada caso en particular. Esos tres temas son “la poética, la política y la estética” de la narrativa en cuestión, y siempre se plantean en forma distinta; “para cada novela, no sirve lo anterior” que se hizo. En todo caso, en su opinión el problema “no es qué escribir”, porque los temas “ya están desde los griegos”; lo que el escritor debe hallar es el cómo.
Las cuestiones sociales y las injusticias que pueden acarrear son temas recurrentes en la obra y en el pensamiento de Eltit. “Estamos viviendo una acumulación de bienes como nunca ha habido en la historia”, dijo. El problema, continuó, es que “no sabes adónde apunta esa acumulación”. Caracterizó a estos tiempos: en ellos, ¿cómo nos definimos, qué somos? “La gente prefiere que le roben la cartera a que le roben el celular. Somos celular”. Y: “Somos tarjeta de crédito”.
También se ocupó de la situación de la mujer: “Por el mismo trabajo, la mujer gana menos que el hombre. Los pobres de los pobres son las mujeres”. Además, los tiempos cambiantes traen nuevas exigencias: “Hoy, Marilyn Monroe sería considerada gorda”. Pero a pesar de esas preocupaciones sociales y políticas, afirmó en otra parte de la charla realizada en una sala de la Feria, “no pienso que la literatura (refiriéndose en particular a las novelas) esté para describir en forma inmediata la realidad”. Para eso, dijo, “puedes escribir un ensayo”.
Igualmente, “Escribir es un privilegio. El mundo no fue hecho para que uno pudiera sentarse a escribir”.
En entrevista con Westchester Hispano, preguntada sobre su legado, Eltit dijo que “no pienso en un legado. Estoy concentrada en la escritura; no pienso en la posteridad”. Informó que su próxima obra, que dio a entender que ya estaría terminada, es un libro de ensayos, que definió sólo como “sobre distintos temas”.
Su opinión sobre la lectura de libros en forma electrónica es favorable o al menos práctica. “Los espacios se han reducido, la gente ya no tiene lugar para bibliotecas (en sus casas). Si tienen ebooks, pueden leer los libros así”.
Diamela Eltit enseñó largos años en universidades de Estados Unidos, como profesora invitada o como titular de cátedra: entre otras, Stanford, Berkeley, Johns Hopkins, New York University, Columbia. Pero: “Ya no. Me jubilé”. De todas formas informó que estuvo en Columbia directamente antes de su viaje a Buenos Aires para la Feria del Libro. De la Argentina seguía a Europa, en viaje personal, no de trabajo.
En la charla ante el público en la Feria, Eltit dijo que “los jóvenes son los que tienen que poner el fuego pasional, buscar cambios en la sociedad”. Preguntada entonces, en privado y como ex profesora en casas de altos estudios en Estados Unidos, sobre su opinión respecto de los jóvenes que allí han tomado como causa defender a Hamas, el grupo terrorista palestino, se generó una reveladora conversación sobre el tema, que se desarrolló de la siguiente manera:
–A Hamas no; defienden a los palestinos.
–No, a Hamas: hay fotos. Llevan carteles en pro de Hamas. (En la fecha en que se desarrolló la conversación, Hamas hizo saber que estudiaba una propuesta israelí de cese el fuego que exigía la liberación de todos los rehenes aún sobrevivientes.)
–Es que hay un genocidio contra los palestinos.
–¿Considera usted que, si a Chile la hubieran atacado con cohetes desde la Argentina, durante años, Chile hubiera reaccionado, como lo hizo Israel, apenas con represalias locales? ¿Hubiera esperado, como hizo Israel, que desde la Argentina mataran y raptaran a centenares de chilenos antes de contraatacar masivamente?
–Es que hay una disparidad de fuerzas.
–No ha logrado que se liberen las personas que fueron raptadas.
Eltit puso, aquí, fin a la conversación pasando a firmar un libro suyo que alguien le acercaba y diciendo: “Es un tema complejo”.
Publicado el 08 de Mayo, 2024
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