Para los inmigrantes de Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua
Washington DC
Los congresistas Adriano Espaillat, del Distrito 13 de Nueva York y Joaquín Castro, del Distrito 20 de Texas, encabezaron una carta bipartidista dirigida al presidente Biden, al secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, y al secretario de Estado, Antony Blinken, instando a la administración a ampliar las protecciones del Estatus de Protección Temporal para migrantes de Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua.
A pesar de las crisis humanitarias en curso en Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua, los ciudadanos de estas naciones que huyen a los Estados Unidos sin estatus legal enfrentan una batalla cuesta arriba para permanecer en el país. Si son detenidos, pueden enfrentar la deportación a países acosados por inseguridad alimentaria, conflictos políticos e inestabilidad económica ―desafíos que se han visto exacerbados por la pandemia de COVID-19 y los huracanes gemelos que azotaron la región en noviembre de 2020. Se estima que 1.5 millones de migrantes en Estados Unidos se beneficiarían de la extensión del TPS a Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua.
La carta de cuenta con el respaldo de Unidos Soñamos, Immigration Hub, Church Worldwide Services, Niños Necesitados de Defensa (KIND), Grupo de Trabajo para Asuntos Latinoamericanos (LAWG), La Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA) y la Comisión de Mujeres Refugiadas (WRC) y con una larga lista de congresistas que han firmado esta petición.
Parte de la carta sustenta la urgencia de esta protección, indicando que “la pandemia de COVID-19 y los huracanes interrumpieron el flujo crucial de remesas a Guatemala, Honduras, El Salvador y Nicaragua, que cumplieron un papel crucial en el apoyo a la recuperación económica de la región. La Red de Sistemas de Alerta Temprana de Hambrunas (FEWS NET) estima que las áreas afectadas por los dos huracanes, así como el Corredor Seco en Honduras y Guatemala, permanecerán en niveles de crisis de inseguridad alimentaria al menos hasta mayo de 2022”. La carta explica que “más de 8 millones de personas pasaron hambre en 2021, cuadruplicado desde 2018, y estas cifras seguirán aumentando a medida que veamos los mayores efectos del cambio climático en la producción agrícola, la seguridad y la integración económica. Dado que su administración ha reconocido que el cambio climático es un contribuyente clave a la migración, estas asignaciones respaldarían los esfuerzos de la administración para abordar las causas fundamentales de la migración, ya que las comunidades de América Central han soportado la peor parte de los efectos del cambio climático, incluidos años consecutivos de sequía y fenómenos meteorológicos extremos”.
La dinámica política cambiante en estos países también subraya las dificultades que enfrentan las personas para regresar a casa. Por ejemplo, la represión contra la sociedad civil, los periodistas y otros disidentes en Nicaragua en los últimos años se ha agravado hasta el punto de que el retorno de muchos nicaragüenses significa prisión u otras formas de castigo. Situaciones similares han surgido durante el último año en El Salvador y Guatemala. El Gobierno de los EE.UU. debe responder a estos problemas agregando estas asignaciones de TPS al panorama más amplio de asistencia para los países centroamericanos y como parte del esfuerzo de la administración para frenar la corrupción, la impunidad y la violencia en la región.