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La economía de EEUU añadió en julio 943,000 empleos, la cifra más alta desde septiembre de 2020
EFE
Nueva York
Wall Street cerró hoy agosto encadenando siete meses de subidas, alentado por la recuperación económica y satisfecho con las previsiones económicas adelantadas por el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, aunque todavía muy sensible a la evolución del coronavirus.
El Dow Jones ha subido en agosto un 1.21 % acumulado, el S&P 500 un 2.9 % y el Nasdaq un 3.99 %.
En las principales plazas europeas, los resultados mensuales han predominado las subidas: Milán ha ganado un 2.55 %; Madrid, un 1.97 %; Fráncfort, un 1.87 %; Londres, un 1.24 %; y París, un 1.02 %.
EL EMPUJE DE LOS DATOS DE EMPLEO Y LOS RESULTADOS TRIMESTRALES
La economía de EE.UU. añadió en julio 943.000 empleos, la cifra más alta desde septiembre de 2020, y el número de desempleados se situó en 8,7 millones, 782.000 menos que el mes anterior, situando el índice de desempleo en el 5,4 %, cinco décimas por abajo.
A los buenos anuncios de empleo que empujaron al alza la primera semana de agosto y que para los analistas mostraban un paso más en la buena dirección en la senda hacia un “progreso sustancial” de la economía, los excelentes resultados empresariales del segundo trimestre, que comenzaron a desgranarse a principios de mes, mantuvieron despiertos los ánimos de los inversores en la segunda semana y se vieron reflejados en los nuevos máximos históricos marcados por los tres índices a lo largo del mes.
El resultado de las grandes empresas estuvo detrás del ambiente positivo en los mercados, que celebraron unos datos abrumadoramente mejores de lo esperado y que estuvieron alimentados por la rápida recuperación de la economía estadounidense.
Casi un 90 % de las compañías del S&P 500 que presentaron sus cuentas del segundo trimestre superaron las expectativas de los analistas, el mayor porcentaje desde 2011, según datos del fondo de inversión Blackrock.
EL CONTRAPESO NEGATIVO DE LA COVID Y LA INFLACIÓN
El entusiasmo de la primera mitad de agosto, sin embargo, se desinfló con el fin de los anuncios trimestrales de las empresas, que llevaron a los inversores a mirar con preocupación tanto el encuentro anual de los bancos centrales de Jackson Hole (Wyoming) que se celebró el 27 de agosto, como el avance de la variante delta y sus posibles repercusiones en la recuperación económica.
La rebaja drástica de las previsiones de crecimiento para Estados Unidos de la financiera Goldman Sachs para el tercer trimestre del 9 % al 5,5 %, sumado también al continuo aumento de la inflación y al aumento de las tensiones geopolíticas con la catastrófica retirada estadounidense de Afganistán, contribuyó a enfriar los ánimos en el parqué la tercera semana del mes.
EL MENSAJE TRANQUILIZADOR DE LA FED
No obstante, en la cuarta semana del mes veraniego por excelencia, los espíritus inversores volvieron a despertarse por el optimismo desatado por la aprobación definitiva de la vacuna de Pfizer contra la covid-19, que permite a la farmacéutica vender el producto directamente al consumidor, y por el mensaje tranquilizador del presidente de la Reserva Federal (Fed), Jerome Powel, que ha anunciado el comienzo de la retirada de los estímulos.
“El hecho de que la Fed esté dispuesta a comenzar a reducir los estímulos a pesar de la aparición de esta variante de Delta sugiere que tiene confianza en que la economía se va a sostener por sí misma”, aseguró el estratega jefe de cartera de la firma Bessemer Trust, Peter Langas, citado por el diario The Wall Street Journal.
“Si la economía evoluciona como se anticipa, sería apropiado comenzar a reducir el ritmo de compra de activos este año”, señaló Powell en su esperado discurso en la conferencia de banqueros centrales de Jackson Hole (Wyoming).
“Los inversores todavía no parecen preocuparse lo más mínimo por los riesgos de una reducción de los estímulos”, apuntaba el experto en inversiones de la firma Birabaud & Cie, John Passard, que precisó que cuando la Fed anunció una reducción gradual de los estímulos en 2013 se redujo significativamente la compra de activos y el S&P 500 cayó un 6 % cuando se anunció la medida y otro 6 % después de que comenzara.
Otro de los mensajes de Powell que tranquilizó a los inversores fue que la subida de tipos de interés aún está lejos.
Aún falta mucho terreno por recorrer”, advirtió, para un alza del precio del dinero en EE.UU., antes de alertar contra los riesgos de un “inoportuna” subida de tipos en respuesta a datos económicos puntuales, algo que, dijo, podría hacer “más daño que bien”.
Por otra parte, intentó quitarle hierro al aumento de la inflación que en julio se situó en el 5,4 %, unos niveles no vistos en diez años.
A juicio de Powell, la inflación en estos rangos “es, desde luego, causa de preocupación”, pero que se ve “moderada por varios factores que sugieren que estos datos elevados probablemente se demostrarán temporales”.
En el mercado de deuda, el rendimiento del bono del Tesoro a 10 años ha bajado considerablemente y finalmente ha roto la tendencia alcista que se veía desde principios de año, ya que comenzó el mes de agosto en el 1,239 % y lo termina en el nivel del 1,31 %, todavía muy por debajo del 1,48 % con el comenzó el mes de julio.
En cuanto al petróleo, el barril de Texas despide el mes con una pérdida del 7 % hasta los 68,50 dólares el barril tras haber atravesado cierta volatilidad por el temor al impacto de la variante delta que le hizo a caer hasta los 62 dólares el barril a mediados de mes, después de hubiera cerrado julio en 72,95 dólares.