EFE
Nueva York
El cierre de la controvertida prisión neoyorquina de Rickers, previsto en un principio para 2027, ha vuelto a desatar la polémica entre los legisladores de la ciudad de Nueva York, después de que muchos consideren que el alcalde no tiene prisa para cerrar este centro penitenciario, convertido en un símbolo de abusos, injusticia y violencia.
La presidenta del Concejo Municipal (poder legislativo), Adrienne Adams, subrayó hoy en comunicado que el cierre de la prisión está establecido por ley y fijado para 2027 y que “el Consejo Municipal sigue comprometido a garantizar que esta Administración cumpla con ese plazo”.
Desde su llegada a la alcaldía en enero de 2022, el regidor de Nueva York, Eric Adams, no ha fijado entre sus prioridades el cierre de la cárcel, cierre que se convirtió en una seña de identidad del último tramo del mandato del anterior alcalde Bill de Blasio.
El plan para desmontar esta macroprisión, que se levanta en la isla del mismo nombre, pasa por la construcción de cuatro prisiones de menor tamaño en los distritos de Manhattan, Queens, Brooklyn y El Bronx, en los que se albergará la población carcelaria de Rikers, que se eleva a unos 5.000 presos.
Sin embargo, la publicación hoy por parte del Departamento de Construcción de un anuncio sobre el concurso para la edificación del presidio del distrito de Brooklyn, que necesita seis años y tres meses desde la fecha de adjudicación, ha vuelto a despertar las dudas sobre las intenciones de la Alcaldía.
Según estos plazos, la prisión de este distrito, cuyo presupuesto es de casi 3.000 millones de dólares, no estaría terminada hasta 2029.
“El año pasado murieron 19 personas en nuestro sistema penitenciario, lo que convierte 2022 en el año más mortífero de la última década. La incapacidad de la ciudad para abordar eficazmente la crisis de salud mental ha permitido que Rikers se convierta de hecho en un centro de salud mental sin los servicios adecuados”, dijo hoy Adrienne Adams en la nota que firma junto con la legisladora Carlina Rivera.
El comunicado insiste en que la mitad de los presos de Rikers sufren problemas mentales.
“El personal y los neoyorquinos detenidos allí están sujetos a niveles continuos de violencia y trauma que perpetúan los ciclos de daño. Esto no puede continuar”, asegura la nota, que subraya que el gobierno local “y todas las partes interesadas deben comprometerse con soluciones que prevengan el crimen, reduzcan la población carcelaria excesiva y hagan que nuestras cárceles sean más seguras”.
El penal de Rikers no es la única cuestión por la que la presidenta del Concejo Municipal y el alcalde han chocado recientemente.
Adrienne Adams también ha mostrado su fuerte oposición a la política de recortes adelantada por Eric Adams, y en particular a la reducción de las partidas destinadas a las bibliotecas municipales y al programa de educación gratuita para los niños de tres años.
Publicado el 16 de Marzo 2023