Natalia Luque se ha presentado en festivales internacionales de cine como FICValdivia, La Habana, Bruselas, Torino, LALIFF y PS Shortfest
Por: Carla Paz / New York Hispano
Colaboradora
En pocos años, Natalia Luque ha dejado su huella en la industria del cine como uno de los nuevos talentos de la industria, ganando notoriedad a través de sus cortometrajes. Natalia es una cineasta chilena radicada en Nueva York que creó los cortometrajes aclamados por la crítica Soy Sola (2019) y La Virgen, La Vieja y El Viaje (2020). Sus cortometrajes se han proyectado en festivales internacionales de cine como FICValdivia, La Habana, Bruselas, Torino, LALIFF y PS Shortfest. Recientemente ha sido nombrada BAFTA Newcomer. Natalia obtuvo recientemente su Maestría en Bellas Artes en la Universidad de Columbia, NY y está creando su primer largometraje, Señorita de Buena Presencia.
Tuve el placer de entrevistar a Natalia sobre sus inspiraciones, conceptos y pasión por el cine.
¿Cómo inicia tu pasión por el cine?
En mi caso, siempre me gustó contar historias. Mi abuela me hacía escribir cuentos de niña por lo que siempre me ha sido muy natural expresarme a través de la escritura. Por otro lado, mi mamá es fotógrafa, entonces esa observación de la realidad y la importancia de la imagen es algo que siempre tuve presente. Un tiempo estudié diseño gráfico, pero en realidad lo que más me gusta del cine es trabajar con las emociones de personajes imaginarios. Me causa mucha alegría conectar con otras personas a través de una historia. El cine de ficción, de una manera u otra, te obliga a sentir.
Si tuvieras que recomendar un cortometraje para que lo vean los aspirantes a cineastas, ¿qué película sería y por qué?
Los cortometrajes son como los cuentos, son historias acotadas en el tiempo transmiten una observación de un instante preciso. Me gusta mucho “Gassman” de Lynne Ramsay. La introducción de personajes y la escalación del conflicto es sobresaliente. También recomiendo “Peel” de Jane Campion. Me gusta el estilo, la tensión que se construye, y las imágenes. Ambos cortos te dejan sorprendida de cuánto se puede contar en tan sólo 15 minutos.
¿Cómo se te ocurre un concepto para tus cortometrajes?
En general, parto por elegir un lugar en el cual se desarrollará la película — un espacio físico el cual me pueda imaginar. Después, me pillo visibilizando los oficios y trabajos de las mujeres, sobre todo de aquellas que pasan a un segundo plano en la escala de valoración laboral. Es decir, peluqueras, vendedoras, limpiadoras. Mujeres que trabajan en el área de los servicios, mujeres que todos conocemos y con quienes hemos interactuado, pero que no siempre nos detenemos a compartir. De ahí, desgloso problemáticas y conceptos en relación al lugar y la persona: soledad, distancia, inmigración, autoestima, libertad de elección, entre otros.
¿Qué quieres que los espectadores se lleven de tus cortometrajes?
Por sobre todo, me gustaría que se entregaran al viaje y dejaran sus emociones fluir. Mis historias hablan de la conexión y la ayuda entre seres humanos, entre mujeres más específicamente, y eso es lo que busco rescatar. También quiero que se lleven un pedazo de Chile, o un pedazo de Harlem en el caso de mi segundo cortometraje.
¿Qué consejo le darías a los latinos que quieren ser cineastas?
A la hora de contar historias es importante asumir y defender nuestra identidad. Es fácil que cuestionen tu narrativa porque no parece verosímil o no cabe en la norma. Eso me ha pasado a mí cuando llevo mis ideas a workshops acá en EEUU ya que las personas tienden a ayudarte desde lo que conocen, o desde lo que asumen que es hispánico. Pero como latinos hemos sido criados distintos, hemos escuchado historias distintas, tenemos problemáticas distintas. Esto de la “universalidad” de las historias siempre me ha sonado como una sobre occidentalización de la hegemonía. Entonces creo que hay que rescatar ese linaje, eso que nos caracteriza, que nos hace ser más flexibles, libres, juguetones. Por otro lado, es perseverar y ser pacientes. El cine es de procesos largos y mucho trabajo. Hay que investigar, sacar fotos, escribir. Que nunca muera la curiosidad.
¿Hay algún proyecto en el que estés trabajando actualmente? Si es así, ¿puede darnos una pista sobre lo que vendrá?
Este año terminé mi cortometraje de mi Tesis de Maestría en Columbia University que se titula “Así Dicen”. Es un proyecto que explora la libertad de decisión y los juicios morales que caracterizan los roles de la mujer en un pueblo del sur de Chile donde el aborto es ilegal. Ahora se encuentra en distribución y estamos a la espera del circuito de Festival para compartirlo con el público.
¿Dónde pueden seguirte las personas en las redes sociales?
Mi Instagram es @ natiluque_b, y mi sitio web https://natalialuque.cargo.site/