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Demostración científica indica que la mayoría de los contagios se producen al inicio de la enfermedad, en el primer y segundo día de aparición de los síntomas y dos o tres días después
El avance de la variante ómicron del coronavirus ha llevado al Gobierno de Estados Unidos a cambiar sus recomendaciones de aislamiento en casos de contagio y exposición a la COVID-19, y a replantearse otras medidas como si hay que mostrar prueba de vacunación en vuelos domésticos.
Esta tarde, los Centros de Control de Enfermedades (CDC por su sigla en inglés) confirmaron el cambio sugerido por la mañana tanto por el presidente, Joe Biden, como por el principal epidemiólogo del Gobierno, Antoni Fauci, y publicaron unas nuevas recomendaciones para reducir los tiempos de aislamiento de asintomáticos en caso de contagio, que pasa de diez a cinco días.
Hasta ahora, el Gobierno de EE.UU. se había mostrado escéptico sobre cambiar las medidas, pero esta mañana hubo un cambio de tono y tanto Biden como Fauci abrieron la puerta a los cambios debido a que ómicron parece ser más contagiosa que otras mutaciones de la covid-19, aunque también menos grave.
Primero fue Fauci quien, en una entrevista con la cadena MSNBC, Fauci adelantó que el Ejecutivo estadounidense estaba evaluando “seriamente” reducir el tiempo de aislamiento que deben cumplir aquellos que se han contagiado con el virus. Después, Biden admitió esta posibilidad si el equipo médico de la Casa Blanca la aconsejaba.
Finalmente, los CDC anunciaron por la tarde las recomendaciones: Recortar el periodo de aislamiento para los contagiados de COVID-19 asintomáticos de diez a cinco días.
En un comunicado, los CDC explicaron que el cambio viene motivado por la demostración científica de que la mayoría de los contagios se producen al inicio de la enfermedad, en el primer y segundo día de aparición de los síntomas y dos o tres días después.
Por eso, las personas que resulten positivas deberían aislarse durante cinco días si son asintomáticas y una vez pasado ese periodo continuar con mascarilla otros cinco días para minimizar el riesgo de infectar a otros.
Antes de conocerse la decisión, Fauci reconoció esta mañana que “hay tanta gente que se está infectando, incluyendo contagios en gente que está vacunada”, que por eso se estaba estudiando reducir el tiempo de aislamiento, como finalmente ha ocurrido.
Los CDC también ha actualizado sus recomendaciones para la cuarentena de quienes se quienes hayan estado expuestos a la enfermedad -por contacto con un contagiado-.
En el caso de que los expuestos sean personas no vacunadas, lleven vacunadas más de seis meses (o más de dos en el caso de la vacuna de Janssen) deben guardar también cuarentena de cinco días y pasar otros cinco con mascarilla de forma estricta
Los que sí estén vacunados o con el refuerzo reciente deberían pasar diez días con la mascarilla puesta en todo momento.
En los últimos días, cientos de vuelos han sido cancelados en EE.UU. debido al aumento del número de contagios entre las tripulaciones, por lo que los consejeros delegados de las grandes aerolíneas, como Delta, United y American, ya habían pedido a los CDC que redujeran a cinco los días de aislamiento.
Sin embargo, el sindicato de los auxiliares de vuelo, conocido como AFA, prefería que se mantuvieran los 10 días de cuarentena al considerar que cualquier cambio en los protocolos debe estar basado en la ciencia, no en los problemas de personal que están experimentado las aerolíneas.
En su comunicado, los CDC insisten en que la decisión se toma por razones científicas que así lo aconsejan.
VACUNACIÓN EN VUELOS DOMÉSTICOS
Por otro lado, Fauci argumentó que sería “razonable evaluar” la imposición de nuevos requisitos de vacunación en los vuelos domésticos.
Hasta ahora, EE.UU. solo pide prueba de vacunación a los viajeros de vuelos internacionales que no sean ni ciudadanos ni residentes permanentes, aunque todos deben probar que han dado negativo en un test de coronavirus.
En los vuelos domésticos, no existe ningún requisito para viajar, pero Fauci consideró que pedir una prueba de vacunación podría hacer que más estadounidenses accedan a ponerse la vacuna.
Actualmente, Estados Unidos tiene una tasa de vacunación del 61%, que es baja comparado con otros países como Portugal (88 %), Chile (87 %) o España (90 %).
UN NIVEL DE INFECCIÓN SIMILAR AL DEL PASADO INVIERNO
El debate dentro del Gobierno se produce en un momento en el que Estados Unidos ha superado los niveles de infección que se registraron en verano con la variante delta y ha llegado a las cifras del pasado invierno, cuando la población aún no estaba vacunada.
En concreto, en la última semana (del 19 al 26 de diciembre), se registró una media de 203.000 por día, un nivel que no se había visto desde el 19 de enero, de acuerdo a datos de The Washington Post.
Asimismo, las autoridades sanitarias han avisado que EE.UU. pronto podría registrar más de un millón de nuevos casos por día, lejos del pico de 248.00 que se alcanzó el pasado invierno.
LA TAREA PENDIENTE DE LOS TEST
Mientras los casos se disparan, millones de estadounidenses tuvieron este fin de semana grandes dificultades para hacerse con un test, ya que en muchos estados era imposible conseguir cita y, además, las pruebas de antígenos caseras se habían agotado.
Este lunes, Biden reconoció que “hay que hacer más” para que los estadounidenses accedan a test de la covid-19 y prometió que trabajará con los gobernadores de EE.UU. sobre ese y otros asuntos.
El mandatario se reunió este lunes con 25 de los 50 gobernadores del país, entre los que había demócratas y republicanos, para hablar sobre los siguientes pasos en la pandemia: una ampliación de los puntos de vacunación, fuerzo en el personal sanitario y más pruebas de diagnóstico.